Un momento, un suspiro y un pensamiento para el último mes del año, que llega deprisa y corriendo. Una época del año en la que inventamos un maldito resumen, un inventario de todos los momentos que dejaron huella, que marcaron en nosotros de una u otra forma. Ponemos sobre la balanza cada noche y cada día, cada lágrima y sonrisa, y como una empresa de sueños, logramos comprender que no es más que un pasito para lograr la felicidad a lo largo de todos los años. Tuviste que abandonar muchas cosas para llegar a casa con alguien, tuviste que sudar para llegar hasta donde estás y tuviste que desnudarte en alma, para amar con el corazón.Tuviste que seguir una melodía, un camino de piedras, para ahora ser un poquito más feliz. Un momento, un suspiro, un abrir y cerrar de ojos, imágenes que pasan a la velocidad de una eternidad, recuerdos que te transportan a su realidad. Un año, doce meses, y diciembre toca la puerta, la estancia se llena de ese frío seco, que arruga y hace débiles a los más fuertes. Cubre de nieve los deseos más imposibles, y regala ilusiones a los más realistas. Época del año en la que se lleva el gorro rojo, y besar bajo el muérdago. Infinito calor de las chimeneas. Tuviste que escalar la montaña más alta, pudiste caer, pero te sostuviste y ahora has tocado el cielo. Tuviste que olvidar como amar, para besar, tuviste que andar descalzo sobre sus sábanas para ver la realidad no es tan compleja... Solía escribir a los Reyes Magos mis más íntimos deseos, mis preocupaciones, mis sueños, y con magia abandonar mis versos a la suerte. Solía entregar mi corazón al frío de diciembre, para recoger los pedazos en enero, con escarcha y grietas cerradas. Un lavado para otro año. Pero este año, tuve que envolverme en el sofá de casa, bajo la manta. Tuve que desnudar mi corazón para besarte con el alma, tuve que hundir mis uñas en tu espalda para sentirte. Este años pesa más la balanza hacía la felicidad que hacía el precipicio y por primera vez en mucho tiempo, mi corazón se quedo quieto dónde está, no se ahogo en el alcohol de fin de año, si no que bailó un vals junto al tuyo. Hace casi 8 meses, que me aferro a tu verdad, a tu voz, que me sostienes sin dejar que me perdiese en el infierno. Tuve que arrogar el pasado al pozo, y cerrar mis heridas al miedo, para empezar desde cero contigo, y con nuestra historia. Tuve que agarrar tu mano, para ser feliz. Y así llegar a casa contigo. Mi diciembre, mi maldito resumen, mi inventario, se reduce a cada uno de los días, y de las noches que paso abrazada a ti, a tu olor, a tu tacto, que paso entre tus brazos. Mi diciembre, esto es mi diciembre, mi repaso del año que es el principio de mi vida junto a ti, - una vida es mucho tiempo, no lo suficiente si trata de estar a tu lado. Te quiero, te quiero mi vida.
30 de diciembre de 2011
My december.
Hacía la felicidad...
Hacía la felicidad...
25 de octubre de 2011
Queda perdida.
16 de octubre de 2011
Hace mucho tiempo.
26 de agosto de 2011
Una escalera al cielo.
Tengo los ojos cansados, la voz agrietada, se escapó una sonrisa, una lágrima se suicido.
Dicen que todas las fuerzas son pocas para subir una montaña, pero cuando la casa está sola, la sombra acecha el corazón, y el aire que respiras se torna a veneno.
Te escribo con tinta desde el alma seca, desde el sentir más profundo.
Tengo el corazón ya viejo, y el alma ya cansada, tengo miles de besos esperando el pistoletazo de salida, para inundarte.
Y es que no me hace falta que me arrolle un huracán, para sentirme pequeña. Basta con que tu me sueltes de la mano, y caiga del precipicio.
Dicen que cuando la casa está sola, las telarañas te atrapan y te habla la voz de tu conciencia. Cuando la casa está sola, soy inmune al dolor, los recuerdos se pasean libres rozando el límite de velocidad, y chocando directos a las heridas, que el tiempo no curó.
Y es cuando la casa está sola, te echo en falta más que al aire para vivir, porque cada segundo se me antoja egoísta. Sin ti, las sábanas no son de seda, más que duras y de piedras.
Tengo los ojos cerrados, he visto una sombra y tengo miedo, me tiembla hasta la voz. Y es cuando la casa está vacía, los fantasmas y golpes del pasado pasean a sus anchas, y intimidan con mi fuerza.
Y me gustaría comprar una escalera al cielo, para dejar allí arriba, mis miedo.
Una escalera al cielo, para perderme contigo, de vez en cuando, al país de Nunca Jamás.
Tengo cien cartas de amor escondidas, y son todas para ti.
Te escribo, abrazando cada fragmento de ti, porque aunque no te veo, te siento.
Tengo el corazón naciendo a tus pies, tengo las heridas sanando con tu voz, tengo mis miedo huyendo por tu calor.
Cuando la casa está sola.
25 de agosto de 2011
¡y la de los que te rodean!
22 de agosto de 2011
.
21 de agosto de 2011
triste nota.
17 de agosto de 2011
Paquito.
Mi vecina.
Las paredes son de terciopelo, y tan finas como el velo de una novia, y no son todas pero si la mayoría de las noches y de los días en los que oigo, y me aterro, el infierno de su alma atormentada. Es una chica de una edad temprana con mucho más sueños, que ilusiones y que su sonrisa habla por si sola, es feliz. Aunque los monstruos de bajo la cama arañen, golpeen y intenten consumir hasta el último pedazo de esperanza.
Y es que lo que aparentemente es una familia feliz, donde madre e hija, se cuentan hasta la última lágrima. Le falta tiempo a la madre para cambiar de parecer y distorsionar la realidad, lo que le hace sentirse mal. Y es que en la oscuridad de la despensa de una familia, las cosas se suelen tornar a oscuras, y esta no es menos. Nada de lo que hace, mi vecina, está bien. Convirtiéndose en una pesadilla, el simple echo de respirar. Y es que cuando amanece no sabe ni desayunar caricias y apoyo, o por el contrario como sucede la gran mayoría, un tazón de gritos, mezclado con insultos, voces y golpes que impactan a primera hora del día y que no se van hasta bien entrada la noche.
Con el paso de los años, esto se ha convertido en rutina y ya no oigo ni los lamentos, ni las lágrimas que caían como balas de fuego de mi vecina. Ahora solo oigo ladrar a su madre, diagnosticar un futuro incierto para su hija, y humillar todo lo que aún queda de ella.
Pero el día sigue, y nunca verás tirar la toalla, sale de la puerta, con sonrisa y su mente en blanco, es mucha práctica pero ya su cerebro borra automáticamente esos momento del día.
Pero queda el dragón, que se esconde y aparece furioso muchas noches, inundado en cerveza. Y con los años tomo por costumbre descargar la ira contra ella, muchas veces con razón, porque siempre fue una rebelde de cabeza a los pies, pero nadie se merece paliza tras paliza, y la humillación de no poder defenderte de los golpes directos al alma, que la dejan moribunda, tirada en el suelo, con la ilusión desquebrajada y las ganas de vivir al mínimo.
En los últimos años, se puede decir que plantó cara, y no dejo que golpearan su cuerpo como un saco de patatas, quedándose de pie, con la mirada inquisidora, y la rabia concentrándose en cada poro de su piel, dispuesto a defenderse de un golpe, pero...¡Quien sabe por qué! Nunca sería capaz de devolver cada herida que nunca cierra, ni cada golpe que deja huella. Porque, mi vecina, está convencida que por la violencia nunca se llega a buen puerto.
Las apariencias engañan, las familias esconden oscuros secretos, y los hijos los sufren. Tienes dos caminos, seguir el camino de los monstruos de bajo la cama, o volar en otra dirección. Puedes odiar por el resto de tus vida, e injustamente abandonar el vocablo, mi familia. O por el contrario puedes quererlos por ser quienes brindaron tu vida, pero no quererlos como quien acaricia cada paso que das, si no como quien te ayudo a ser más fuerte.
Mi vecina moriría con el tormento de su primeros años de vida, y el dolor quedará inscrito en las paredes, y ni el tiempo ni la lluvia borraran del aire que se respira los insultos, los golpes, las lágrimas derrochadas. Pero pronto será un punto y final, y el recuerdo será lo único que produzca miedo, o escalofríos, al frágil cuerpo de mi vecina. Porque ella misma me enseño, que no hay bien que por mal no venga, y viceversa. Porque la vida es una montaña rusa, y el cielo está muy alto. No importa quien es el bueno o malo de la película, porque al final todos mueren en el mismo acto.
16 de agosto de 2011
Como una cactus.
30 de julio de 2011
Revolucionario.
Si ser un revolucionario, un indignado, anónimo héroe de la libertad...
13 de julio de 2011
Ahora lo entiendo.
Nunca antes.
11 de julio de 2011
Guitarra con notas de dolor.
Hace tiempo se escucha el leve despertar de las cuerdas de una dulce guitarra, se escucha llorar su caja, su cuerpo. Las caricias del alma en pena que la acaricia se deshacen en lamentos.
5 de julio de 2011
Eres mi mundo.
29 de junio de 2011
Nada.
Tienes mis rizos para enredarte y perderte, mi sonrisa para comprobar que soy feliz a tu lado, mi mirada como reflejo de mi alma, y mis labios para besarlos cuando quieras.
Mírame.
Pero mi mundo .
22 de junio de 2011
Dos.
15 de junio de 2011
Los cuentos no sólo son cuentos.
Mi filosofía de vida.
8 de junio de 2011
Gracias a ti.
La dulce función de mi vida.
Los fantasmas del pasado atormentaban su vida, los golpes hacían que miserable se sintiera, y ni un tequila hacía olvidar insultos envueltos en empujones. Y aunque la noche arropase aquella pesadilla, ella no era capaz de cerrar los ojos, pero la rabia y el dolor la devolvía sana y salva de nuevo, a la mañana siguiente dispuesta a comerse el mundo desde los bastidores.
24 de mayo de 2011
Caen las estrellas.
21 de mayo de 2011
Lo sabes.
La Revolución.
18 de mayo de 2011
A mi novio:
16 de mayo de 2011
Reflexión sobre el Amor.
11 de mayo de 2011
Es cosa del amor.
Era cosa de...
8 de mayo de 2011
Bendita Locura.
He puesto calcetines a mis pies.
Recuerdos perdidos.
7 de mayo de 2011
Desprendían amor...
Poema de amor.
Ríe, corre, traviesa niña que se escapa.
Atraviesa mi corazón, como alma en vano.
El amor se envuelve libio entre temblores.
Acabas de llorar por lo que sientes,
no sabes decir que no, que miedo te da.
Ríe, traviesa duende del mar.
Se tuerce en una mueca,
se tiñe la noche y el día.
Se aleja el olor de las noche de travesura
dejando limpio el corazón.
No importa lo que hablen los demás,
será la primera vez que cerraré los ojos.
Dejando atrás el que dirán.
Palabras que se esconden en silnecio.
El silencio, de un corazón que se cubre de heridas
que vuelve a latir,
el silencio de unos ojos que sufrieron
de unas lágrimas que se secaron...
Es una niña con orgullo, alma fiel.
Dejo de creer en el amor,
dejo de vestir de rojo por dolor.
La agonía de esta pobre tonta
loca, borracha, enamorada del amor.
Y le mirá, niña traviesa, de noche a día.
Versos que llenan su alma, su días y su noche.
La esperanza se atraganta en el corazón.
El amor se vuelve a sentir,
la ilusión del ver crecer el cielo...
Ríe, corre, niña que se escapa,
niña que sueña, que ríe...
5 de mayo de 2011
Reflexión del paso del tiempo.
El paso del tiempo se antoja caprichos, cuando quiere las horas parecen ir tan lentas como las lágrimas de una flor muerta, y de repente las entra la prisa de la última copa de anís.
Nunca sabes hacía donde vas...
4 de mayo de 2011
Si él, si él es verdad...
3 de mayo de 2011
Puedes Fingir.
25 de abril de 2011
La historia de dos.
Se acercó, lentamente le regaló un beso en su oído, susurrando que el cielo se arruga cuando ella llora, susurrando que a él no le importa ni su pasado, ni su presente, que lo único que le importa es el futuro, el futuro que desea compartir con ella.