Carta a los Reyes Magos (2013)

Pedí llegar a ser quien quiero ser, y algo he logrado.
Pedí dar más de mi misma, y aunque puedo conseguir mucho más, he demostrado de lo que soy capaz.
Pedí dejar el miedo atrás, y aunque eso es algo tan innato en mi, como los pelos a lo loco, he aprendido a pedir ayuda cuando no se en qué dirección correr. 
Este año, como últimamente, mi vida ha cambiado de arriba a abajo, haciéndome a veces irreconocible a los ojos de quienes llevan a mi lado muchos años.
Sigo siendo yo, mi esencia, lo básico, elemental, nunca va a cambiar...Pero mientras pasa el tiempo, algunas personas decidimos aprender de los errores, ir más allá y enmendarlos. 
Eso hice yo, trabaje duro y encontré mi camino. Primero parecía la suerte del principiante, y el tiempo me ha demostrado que no. Que he encontrado algo, respecto al futuro, que se me da bien. Y ¿Sabéis Reyes Magos que voy a hacer con este regalo? Exprimirlo, y demostrar a quien quiso verme caer, que no solo puedo con dos estudios a la vez, si no que antes de que acabe este año, tendré dos títulos. Antes de que acabe este año, habré demostrado que los quebraderos de cabeza fueron pesadillas pasajeras...
Me habéis dado las fuerzas necesarias, y no hay mejor regalo que volver a confiar en mi misma.
Este año he aprendido a nadar en mis pozos, y lo más importante es que he dejado de querer volar, para sujetarme a la cuerda que podía salvarme. He aprendido a llorar, a pedir ayuda, he aprendido a controlar mi ira, y mis ganas de tirar la toalla...Y esto, solo se lo debo a él, quien me amarra a la vida, quien deja que llore sobre su pecho...Es un descanso saber que con él, no tengo que salvar el mundo.
Y aquí estoy, tengo 20 años. A veces tengo la sensación que he vivido demasiado, y otras veces que aún queda un camino demasiado largo. Pero ya no tengo miedo. Ya no tengo pánico a crecer. 
Este año no voy a pedir nada diferente a otros años. 
La fuerza de estos últimos 12 meses para seguir luchando por lo que me gusta, para seguir levantando el puño sin dejar que nadie me acribille. Pido el coraje que me habéis dado siempre para sobrevivir en esta jungla de cristal. 
Pido que no me quitéis a las personas que quiero, y en especial a él, que ya es tan parte de mi, como mi latir.
Y para los que ya no están en mi vida, pero que sin embargo son importantes para mi, sólo pido que realmente sean felices con lo que han decidido. 
Y para el mundo, pido un saquito de felicidad en cada hogar, porque siempre viene bien tener las reservas llenas...
Pido que el Pueblo deje de llorar, porque los gritos a veces, no dejan dormir a la ciudad. 
Pido que se deje de jugar con nosotros, que todo cambie...Que la sociedad se deshaga del egoísmo y que empecemos a echarnos una mano, los unos a los otros...
Pido que jamás se pierda la esperanza en la raza humana, y que volvamos a creer en el más sentido puro de la justicia, de la democracia, del respeto. Pero sobre todo, del perdón, y del amor. 
La humanidad necesita volver a creer en la magia.
Hasta el año que viene sus majestades. 

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