29 de junio de 2011

Nada.


Tienes mis rizos para enredarte y perderte, mi sonrisa para comprobar que soy feliz a tu lado, mi mirada como reflejo de mi alma, y mis labios para besarlos cuando quieras.
Tienes mis brazos para abrigarte cuando tengas frío, mi manos para sentir caricias en tu espalda, mi cuello para oler, para sentirme cerca. Te doy mi pecho para cuando quieras descansar sobre él, mi vientre para cuando quieras imaginar aventuras en la noche, mis caderas para cuando quieras bailar hasta que se apague el sol. Tuyas son mis piernas para cuando quieras salir corriendo, mis pies para cuando te hayas cansado de caminar. Mi felicidad para cuando las cosas vayan mal, mi paciencia para cuando este borde, mi alegría para cuando se te caiga el mundo encima, mi fuerza para cuando estemos lejos, y me eches de menos. Te doy mi corazón, te lo cedo, te lo regalo, para que cuides de él. Te entrego todos mis besos para que no pases hambre...
Tienes mi cintura para que puedas amarrarte a ella cuando te sientas perdido, mis dedos para dibujar corazones en el bao del cristal...Te doy mi voz, para que puedas sentir el susurro lento cuando te confieso que te quiero, te doy mis lágrimas, para que no las dejes escapar, son tuyas mis palabras, porque ahora, y para siempre, soy tuya, entera, de los pies a la cabeza, del alma a los sueños, del cielo al infierno. Te doy mi vida, cuídala, porque sin ti, Víctor, ya no soy nada.

Mírame.

Soy inestable por segundos, pasional y salvaje. Me gusta el café con chocolate, y la comida griega. Tomar el sol corriendo, tumbarme bajo las estrellas, estrellar mi alma en los versos de una poesía. Soy abogado del diablo, defensora de lo injusto, alma trastocada que le gusta trasnochar. Odio los guisantes, las mañanas frías, los sueños rotos, pero sobre todo las personas vacías, que ni sienten ni padecen. Soy inconformista, rebelde, revolucionaria y me gusta dar guerra, meter flores donde hubo golpes, romper las barreras del que dirán y llegar lejos, muy lejos. Soy vaga y perezosa pero nunca paro, y mi vida gira, y vuelve a girar. Soy valiente pero tengo miedo en cada paso que doy, soy una luchadora pero caigo con frecuencia, pero pienso que en esta vida, se trata de saber vencer los miedos, de luchar contra lo que te hace caer, y de tanto intentar ser fuerte, dejar de ser débil. Soy independiente, me importa muy poco lo que opinen los terceros de mi, los guionistas de mi vida, me odian, porque me salto toda norma establecida. Sigo mi filosofía. Pero necesito amor, caricias y mimos constantes para saber que alguien me necesita.
Dicen que estoy alterada de la cabeza, que se me cruzan los cables con facilidad, y que nunca sabes por donde voy a salir, pero en realidad soy muy predecible, soy impulsiva y improviso sobre mi vida, pero siguiendo las lineas de mi filosofía.
Puedes odiarme o quererme, envidiarme, reinventarme, respirarme, fumarme, pero no podrás pasar indiferente. Soy rockera, soy roja, soy ilusionista. Soy un desastre en la cocina, y un caos para mantener la calma, para contener la risa soy nula. Soy de letras, poeta con bragueta subida, soy escritora de cuentos imposibles, y enamorada de la vida. Soy actriz, siempre en acción, y con un corazón a prueba de balas, porque quien está lleno de ideales es inmune a la corrupción de la sociedad...Soy trovadora, ninfomana, soy duende y hada. Me gusta volar, y dormir en las nubes, nadar desnuda, andar descalza, cazar versos y vestir de justicia, libertad y fraternidad.

Pero mi mundo .

¿Imaginas poder imaginar todo lo que tus pies y tus manos pudieran desear?
¿Imaginas que se hiciera verdad todo lo que humo fuese en tu descerebrado cerebro?
¿Imaginas un mundo perfecto, un mundo donde solo tú, y nadie más decidiese sobre tu vida? ¿Imaginas poder conducir tus vicios a una velocidad sin límite, y sin riego de accidente contra la ley?
¿Imaginas un despertar entre caóticas historias y sonrisas desquebrajadas?
Un mundo de locos, un mundo utópico, un mundo rosa, verde y añil. Pero mi mundo.
Un mundo donde soñar fuera gratis, más un plus de realidad, donde no hubiera tiempo ni distancia, y los trenes y aviones fueran tan rápidos como una bala.
Un mundo donde el humano no fuera frío ni solitario, pero lo suficientemente independiente para ser necesario e útil. Un mundo donde las armas fueran de juguete y los políticos corruptos simples monstruos que se esconden debajo de la cama. Un mundo donde no faltara el calor de la amistad, del amor en cada corazón y que ningún humano muriese de desilusión.
Un mundo donde no tuviera poder el que más lleno tuviese la cartera, ni el que mejor mintiese, un mundo donde la palabra tuviera más voz que un grito de terror.
Un mundo donde nadie pudiera decirte como, cuando o con quien has de soñar, desayunar o morir cuando las arrugas saliesen de dos en dos. Un mundo donde importara más el abrazo que las apariencias. Un mundo donde el amor libre y el verdadero fueran los reyes del baile, dejando fuera el que dirán, la hipocresía...Un mundo donde volar no esté prohibido, donde cantar no sea un delito, donde emborracharse no este mal visto.
¿Imaginas caminar descalzado sin miedo a pinchar tus sueños?
¿Imaginas respirar sin tener que toser la envidia que has tragado sin querer?
Es un mundo de locos, de soñadores, es un mundo a mil años luz, pero es mi mundo.

22 de junio de 2011

Dos.

Durante la vida puedes tener muchos baches, errores, puedes caer y volver a levantar. Buscar el amor en las lunas de agosto, deshacer tu alma en lágrimas y trasnochar. El corazón puede sentir muchos tipos y diferentes golpes de calor, que son amor. Pero solo hay un amor verdadero, al fin y al cabo el que es para siempre. El que te llena de tal modo que lloras lágrimas de felicidad. Durante la vida puedes alcanzar mucho te quieros, amistades para toda la vida, de sangre. Y amores que se rompen tras la primera tormenta...Pero cuando es verdad, el de verdad, no habrá huracán que lo tumbe ni tormenta que lo derribe, porque ese amor será para siempre.
Tengo el pelo oscuro y los ojos chocolate, y el corazón me duele de tanto amar. Durante mi vida he cometido mucho errores, he cedido amor a quien no merecía ni atención, he visto sinceridad donde cubrían las mentiras, y ya me sabía las heridas de mi triste corazón de tanto curarlas... Caminé por camino pedregosos, la luz en tinieblas y mi corazón tiritaba valiente, pero moría de frío, hambre y soledad. Siempre he sido una persona fuerte, pero me deshacía en desesperanza y empezaba a dejar de creer en el amor de verdad, creyéndome títere perdido de la mano de Dios.
Pero de pronto algo ocurre, me susurra palabras sincera de amor, alcanzando la luna para mí, beso a beso sanando cada herida de mi corazón, abrazando cada miedo y entendía mi dichosa vida, me quería fuese como fuese, con mi pasado, con el presente y me prometió un futuro a su lado. Con el tiempo, el se ha convertido en un razón para seguir adelante, y un luz cálida en el camino, porque entre sus brazos no hay monstruo que me de miedo, ni problema que no sepa resolver...Y parece magia, cuando pienso en él, parece un cuento de hadas, un capitulo utópico en mi vida, parece, puede parecer muchas cosas, pero la realidad, es que lo que siento por él, es mucho más de lo que puede llegar a sentir, a veces...en las noches de soledad, hasta duele el corazón de tanto amar, la lágrimas bañan sonrisas de felicidad, y como una loca obsesiva me duermo pensando en su sonrisa, en cada instante a su lado, en cada momento.
Parece que todo lo malo que pasé, todos los baches que superé, las caídas y engaños, no tienen valor enfrente de su amor, porque mereció la pena, todo...por estar ahora con él...
Nos pasamos la vida buscando eso que dicen amor, llamamos amor a cualquier sentimiento, pero cuando es de verdad, la palabra amor se queda corta para describir lo que se siente en el centro de nuestro ser...Hasta los te quieros saben a poco. Ahora somos uno, y sin importar nada, puedo susurrarte bien cerca, que te amo, que te necesito, que eres mi cielo, mi vida...

15 de junio de 2011

Los cuentos no sólo son cuentos.

Cuando eres pequeño, los cuentos son cuentos y piensas que la vida es del color del cielo, o que se pinta de rosa, cuando vas creciendo. Algunos nacen entre algodones y sábanas de seda, pero la gran mayoría se choca de frente con la realidad, cuando más débil y vulnerable eres. Y cuando crecen te das cuenta de que, el dragón de los cuentos es de verdad, y a veces puede vivir en tu propia casa, también convives con las brujas que engañas y distorsionan tu vida, hay un rey egoísta, cuatro o cinco príncipes que no son más ranas.
Pero con los años escoge tu papel, y aprendes a librar tu propia batalla, dejando atrás los miedo, los finales trágicos, y tomas rienda suelta de tu vida, agarrando con fuerza el timón que te lleva a la felicidad.

Mi filosofía de vida.

Nos pasamos la vida buscando, luchando, entre batalla y batalla, algunos aspiran a toca aquello que llaman felicidad. Pero la vida está llena de baches, porque las carreteras no son autovías directas a la meta, si no que atraviesan bosques, acantilados, desiertos en los que la soledad puede volverte completamente loco. En realidad, la felicidad no es una meta, no algo por lo que debemos desvivirnos, ni buscarla. Sin llegar a la veintena de mi vida, he aprendido a lo largo de la vida, que por mucho que te empeñes, la felicidad no es algo que forma parte de un sueño inalcanzable y que el camino importa, importa tanto o más que el objetivo al que te vuelcas durante tu vida.
Para mí, vivir es cruzar los días más oscuros, nadar en las lágrimas más profundas, disfrutar de las locuras más peligrosas, y surcar los siete pecados capitales. Para mí vivir, consiste en madurar con los años, nunca dejando atrás al niño que quiere volar, y ser feliz a cada paso que des, cumpliendo tus metas, sin dejar de ser humano, sensible, lobo hambriento.
Para mí, luchar es aferrarme a lo que quiero, ser lo suficientemente rebelde como para indignarme porque si algo he aprendido es que cuando dices lo que quieren oir, el mundo escucha, pero cuando a nadie le gusta lo que piensas...Harán callar con golpes tu rebeldía. Y es cuando has de ser feliz, hasta en el último aliento de soldado derrotado, hasta en el último tiroteo de versos ensangrentados. Algunos se olvidan de vivir, y dan grandes zancadas hacía su sueño, pero durante el camino perdieron lecciones más importante, que se imparten como agua de mayo en las calles de los barrios, más fieles que las lecciones magistrales de la escuela.
Otros prefieren encerrarse en su vuelo de cometa, olvidándose de que hay que avanzar, hay que andar sobre lo que tenemos...

8 de junio de 2011

Gracias a ti.

Y por mucho que te pese, puedes mirar a mis ojos, y beber mi felicidad, y llevarte el mérito que gracias a ti, y solo a ti, soy así de fuerte.
Sí, hoy quería darte las gracias por, hace 9 años, un día como hoy gritaste más de lo normal, golpeando con fuerza mi alma contra la pared, y vi por primera vez mi ilusión tirada a mi lado, en el suelo, rota en mil pedazos, pude sentir como se arrastraba mi orgullo, y como me invadía la debilidad, me deje amansar por cuatro patadas al corazón, y adornaron las lágrimas de sangre de mis labios mudos de dolor. ¿Crees que no recordaba el día? Quise yacer allí, quise desvanecerme, morirme, y esa maldita sensación de inferioridad cada vez que tu mano volaba más cerca del cielo, que del bolsillo...Cada vez que profetizabas alguna de sus visiones sobre mi futuro, o pellizcabas algunos de mis múltiples defectos...Sí, recuerdo cada una de esas veces en que se escondían hasta las flores de los tiestos, porque yo no podía esconderme más dentro de la pared, ni hacerme más pequeña.
Pero hoy ya no hay rencor, ni odio como en aquello años en los que desperté del silencio, y creía a pies puntillas que el mundo era en sí una patada al corazón, y que yo no era más que un títere perdido de la mano de Dios. Pero hoy, doy gracias, porque gracias a todos estos años, soy quien soy, y he llegado a donde estoy. Soy fuerte. Mírame, ¿donde ves a la chica qué se arrinconaba tras la última pared de su habitación? En su lugar queda una mujer, que por más que insultes y golpees, es de piedra, y la hiere más el recuerdo que el presente, y se alimenta de ira, de perdón y de valor, dulcificada con orgullo, y si algo he aprendido es que nunca más te daré el gusto de verme caer. Solo cuando te hayas ido con el rabo entre las piernas, caer desprendida en el suelo, ahogando el dolor y la rabia en gritos silenciosos, como he echo tantos atrás...Pero no, mírame porque no me volverás a ver caer, ni desquebrajar mi alma en lágrimas, por soy más fuerte que las balas que impactan en palabras en mi corazón, quizás no más fuerte que las patadas al corazón, pero sí lo suficiente para contar hasta diez antes de caer al suelo, envuelta en un manto de ayer...Mírame, soy fuerte, y gracias a ti.

La dulce función de mi vida.

Parecía cansada de jugar entre perros y gatos, cansada de pasar la pelota, como si fuera el humo de un café. Y por la noche olvidar que estaba allí, porque su vida no era más que un teatro entre versos y versos. Parecía triste niña, harta de salir tímida entre las cortinas, y no dejarse llevar por la luz del espectáculo. Cansada de barrer los pedazos del alma que nadie quería. Y parecía harta de respirar.
Los fantasmas del pasado atormentaban su vida, los golpes hacían que miserable se sintiera, y ni un tequila hacía olvidar insultos envueltos en empujones. Y aunque la noche arropase aquella pesadilla, ella no era capaz de cerrar los ojos, pero la rabia y el dolor la devolvía sana y salva de nuevo, a la mañana siguiente dispuesta a comerse el mundo desde los bastidores.
No quedaba ya nada qué perder, tenía el tiempo a su favor, y la fortaleza de años de silencio. Y con una lágrima brindando por los años de peleas, y empuñando un escudo de oídos sordos, plantó cara al dragón que tantas veces la maltrató.
En ese mismo instante dejó ser la triste niña de diez años que se escondía tímida tras el telón, para ser la única protagonista de su vida, dejándose llevar por la luz del espectáculo.
Parecía cansada de los gritos, de las amenazas echas peores pesadillas, de la sangre derramada en cada discusión, aquello no era lo que merecía, ni merece nadie. Parecía una triste niña.
Se armó de valor refugiando el miedo, y el dolor en los versos que cubrían sus heridas, pintaba cada lágrima con negras sonrisas, y adornaba las mentiras con caídas.
Pasaron años entre batallas, y días de sol, refugiada en la rebeldía de un adolescente incapaz de hablar de sí misma, incapaz de brillar por sí misma, oculta entre el dolor chocante de su escudo de oídos sordos. Protagonista de una vida que no era la suya. Parecía rota por el error.
Y así pasaron los años, calmando a la bestia que llevaba dentro de sí misma, decolorando el dolor de su alma, enmudeciendo el rencor. Así pasaron los años de su adolescencia, hasta que comprendió, que el mundo no era una patada en el corazón. Y sacando todo el miedo y orgullo de ella misma, se hizo dueña de su vida, de su escenario.
Los años han pasado, y ahora dejó de ser aquella niña de mirada triste, para ser una mujer con el coraje de un león enfrentado, y cuando alguien ladra, grita bien fuerte, porque nadie más volverá a doblegar su alma de dulce corazón de primavera, porque el pasado quedo encerrado entre las cenizas de los golpes.
Ahora cuando lastima su valentía, se hace pequeña, oídos sordos al dolor, y los golpes con el tiempo desaparecen, ya no duele porque sabe que ella es más fuerte, y la ira y la rabia sirven para curarse las heridas nuevas, del pasado y emborronar las lágrimas que vendrán.

Ahora es distinto, hace más daño las voces, los gritos que las patadas, que los empujones, ahora duele más en el alma recordar cada momento en el que quiso morir que en verdad el moratón, que disimula con maquillaje, que las lágrimas secas de dolor.
Pero si de algo sirvió la tormenta, es para brillar ahora con luz propia, con sonrisa nítida, y ojos sinceros abiertos al corazón, aprender a luchar aunque llenen de piedras el camino, y digan lo que digan ser más fuerte que hasta el insulto más duro..