29 de junio de 2011

Nada.


Tienes mis rizos para enredarte y perderte, mi sonrisa para comprobar que soy feliz a tu lado, mi mirada como reflejo de mi alma, y mis labios para besarlos cuando quieras.
Tienes mis brazos para abrigarte cuando tengas frío, mi manos para sentir caricias en tu espalda, mi cuello para oler, para sentirme cerca. Te doy mi pecho para cuando quieras descansar sobre él, mi vientre para cuando quieras imaginar aventuras en la noche, mis caderas para cuando quieras bailar hasta que se apague el sol. Tuyas son mis piernas para cuando quieras salir corriendo, mis pies para cuando te hayas cansado de caminar. Mi felicidad para cuando las cosas vayan mal, mi paciencia para cuando este borde, mi alegría para cuando se te caiga el mundo encima, mi fuerza para cuando estemos lejos, y me eches de menos. Te doy mi corazón, te lo cedo, te lo regalo, para que cuides de él. Te entrego todos mis besos para que no pases hambre...
Tienes mi cintura para que puedas amarrarte a ella cuando te sientas perdido, mis dedos para dibujar corazones en el bao del cristal...Te doy mi voz, para que puedas sentir el susurro lento cuando te confieso que te quiero, te doy mis lágrimas, para que no las dejes escapar, son tuyas mis palabras, porque ahora, y para siempre, soy tuya, entera, de los pies a la cabeza, del alma a los sueños, del cielo al infierno. Te doy mi vida, cuídala, porque sin ti, Víctor, ya no soy nada.

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