31 de enero de 2011

Distancia.

De pronto se para el viento, y un soplo de aire fresco te rompe el equilibrio,
por la nunca sientes como se hiela hasta el última centímetro de tu alma.
Se aferra a tu corazón, haciendo trizas a tu fuerza, te tiemblan las piernas,
como la llama del fuego al viento, un vuelco al corazón.
Pierdes el apetito, y cada segundo se hace eterno, parece que el reloj ya no quiere avanzar.
Las horas pasan como mazos ante un cristal sin romper este absurdo silencio.
Cuentas días, crees que vas a volverte loco, y la realidad se te hace ridículamente torpe.
De pronto sus brazos te protege, crees que puedes comerte el mundo, y saborear
el universo, quiere permanecer allí las horas, pero el tiempo es caprichoso y ahora
avanza tan rápido como el lobo a su presa, como la lágrima al labio.
Y no te queda otra, cerrar los ojos y recordar con precisión el roce de sus labios,
el tacto de sus manos, y contar los latidos de su corazón.

28 de enero de 2011

En búsqueda.

De cristales tintados, paredes brindadas y el corazón cubierto de una capa de chocolate.
He buscado el amor debajo de las copas de cristal, de la luna de agosto, por las calles
llenas de barro, y en las altas horas, cuando la cuidad dormía, cuando mi alma duerme.
He creído besar los labios del cielo, y me he sentido por unos segundos amante del amor.
De balas que rompen mi corazón, de puñetazos de apalean mis lágrimas...
He buscado hasta debajo del río, de un gesto de cariño...
Removiendo hasta las noches más sucias, más grises...
He creído infinidad de veces, que lo había encontrado, y con la misma ilusión, me golpeaba una decepción, siendo un mar de lágrimas y mi corazón un poquito más duro que ayer.
Pero nunca he perdido la ilusión de quien guarda aún esperanza, y por muchas hojas que caigan, pongo todo el empeño en lo que se me presenta...Con la ilusión de la primera vez...
Albergo la esperanza de encontrar...a alguien con sólo respirar me devuelva la mágica que me han ido robando hombre, a hombre...Y con sólo tocarme, sienta que me quiera.


Ser Buena.

Por segundos en esta corta vida, me planteo ser mala o buena.
¿Quién nos dice lo que está bien y lo que está mal? ¿Quién decide si somos buenos o malos?
¿Quién es lo suficiente brillante para juzgar si soy buena o mala?
Qué puñetera manía tiene el mundo de hablar juzgando, de mirar criticando
y de analizar a su juicio. Un juicio un inválido para los que nos importa bien poco
el qué dirán, lo bueno o malo de un acto, lo dejamos atrás en el momento que perdimos
el chupete por la ventana...Por segundos en esta corta y puta vida, me planteo qué soy para los demás...Por un segundo me he preocupado por el qué dirán, por lo que ven de mí.

No he visto más que esperanzas, qué amistades, que inseguridades, que rumores, que anécdotas... no he visto más que experiencias, momentos, segundos, hasta en algunas miradas he encontrado amor...también vicio, muchos recuerdos. Pero no quedándome corta de miedos, de envidia...

¿Quién controla lo que piensen los demás de ti? ¿Quien te dice si eres bueno o malo?


20 de enero de 2011

Guión.

Sonaban ya más de las cuatro, el anochecer hacía tiempo que se había quedado frío, pero su corazón lo velaba una mirada cálida, protectora, y la copa parecía eterna.
- Quiero que me lo cuentes sobre ti.
- ¿Qué quieres saber?
- ¿Cuál es tú color favorito, tu película...si te gusta dormir...? Quiero que me expliques tus sueños, que te da miedo, quiero reírme contigo del pasado, y vivir un presente. Quiero esbozarte mil sonrisas, y pintarte en limpio un futuro. Quiero darte la libertad, las alas de un pájaro al volar, pero quiero que seas sólo para mi, que te vistas con faldas para que yo te llame Guapa, que te pintes para conquistarme una y otra vez. Quiero saber con que te emborrachar, para beber junto a ti, quiero saber que bailas, para deleitarme con tu cintura... Quiero saber que número calzas para buscarte el tacón, mi cenicienta... Quiero ofrecerte la luna, sin alcanzarla. Besarte cada noche, arroparte, quiero que seas la princesa de mi cuento, la gata en mi cama, mi novia, mi amante, mi mujer, mi amiga, mi sueños, mi día, mi noche. Quiero que seas tú la que vista mi piel en las noches más frías, y la que enfríe mi dolor, la que cure mis heridas.
Quiero ser yo quien atraviese ese mar de incertidumbre, delvolviéndote la calma, ofrecerte un pecho donde dormir, y unos brazos en los que sostenerte, unos oídos a los que mimar...
-¿Por qué?
- Porque te quiero, porque eres todo cuento soñé y deseé. Eres tú la que me calmaba en mis sueños, la que aparecía en mis fantasías...

A ti.

Quiero intentar pintar el cielo, pero que sea entrelazando nuestras manos.
Contar las estrellas mientras te miro a los ojos, besar tus labios para tocar el cielo.
Y desnudarte entre suspiro y suspiro.
Y desnudarme entre caricia y caricia.
Quiero abrazarte y sentirme protegida, como envuelta en las sábanas.
Contar de dos en dos los días para verte, y que sean más de mil, para estar a tú lado.
Y abrirte mi corazón, mi alma resquebrajada y mis versos a ti.

Por el hueco de la Escalera.

Podrían a ver estado apagadas todas las luces de aquel viejo escenario, y podrían a ver estado vacías todas aquellas butacas, se podría a ver muerto hasta el apuntador. Me quedaban pequeños los trajes de princesa, y los de bruja estaban echos cenizas...
Sin embargo, las luces me golpeaban la cara nublando hasta el último pensamientos, sudando hasta el último verso, y lucido sentimiento, se nublaba mi corazón. Y aquel no era un viejo escenario, contaba con 18 años, pintura nueva, tablas y decorado nuevo, inspirados en la única obra para la que se fabrico, caprichoso de un guión que quemaba mis manos, y arañaba mis voz.
Sin embargo, las butacas estaban repletas de miradas criticas que iban a juzgar cada nota de este vals, que iban a repasar cada punto y coma de este poema de enero. El apuntador tenía mirada inquisidora y amenazaba con salir de su escondite si osaba saltarme el guión...que era lo que más deseaba mi torpe corazón.
Encontré la mezcla entre un traje de princesa y bruja, encontré una capa para ocultar mis miedos, y muchas cuerdas para atarme a la realidad...
He pasado 18 años de esta obra, pendiente del público, atenta al apuntador y al guión. Olvidando que la única testigo irreverente de este teatro soy yo, que la única protagonista es la que lleva mi nombre, es la que viste mis ideales, mis sueños, mi vida...La única protagonista soy yo misma. Y con las luces apagadas tiraré el guión por la ventana, por el hueco de la escalera.

16 de enero de 2011

Tú adiós.

Me despido de mis sueños más dulces, y digo adiós a mis versos más tristes. La tempestad y el dolor se llevaron la ilusión, y el amor se escondió debajo del colchón...Deje de amar la vida, y vivía por verte sonreír...Caminaba sin dirección, te creí. Te quise, me hice daño atrapando cada palabra en mi cansado corazón, curaste heridas, pero abrirlas después...Pero esta vez, el palpitar es más fuerte que la sangre, es más fuerte la ilusión, y las ganas de aprender que tu adios. No van a caer más lágrimas, ni más suspiros al atardecer, no va a ver más pasteles sin nata, ni más ojos sin esperanza. No me importa caer, y volver a tropezar, no me importa perder las batallas, para ganar una guerra, no me importa aplaudir los errores, para aprender de las lágrimas.
Me despido de mis pesadillas de tres catorce, me rompo en dos al escribir, me deshago en versos de cristal, para intentar volar, extender las alas hacía el mar...No importa cuentas veces caigas, si algo has aprendido... no importa que el vuelo no sea perfecto, porque al despegar tres días después te sentirás mucho mejor, que la última vez...Tu adiós no dejo heridas, ni huecos, tan solo un silencio que lleva escrita la palabra decepción, y si ahora eres listo, escucha lo que te grita mi corazón, no prometas el cielo, ni digas te quiero cuando es cariño, no digas lo que sientes, ni hables de lo que no conoces, no hables por hablar, porque los sentimientos que provocas pueden doler, doler tanto como el puñal que clavas al final...Tu adiós no dejo huella en este corazón, solo una fría decepción.

15 de enero de 2011

Ruda.

Qué bien te sientes cuando un amor roto se aleja de tu corazón, cuando las lágrimas cesan, cuando las sonrisas se multiplican, y cuando recuperas las ganas de perrear. Y qué bien te sientes cuando se tiñe rojo tu corazón, y recupera el ritmo tu voz. Cuando entiendes cada una de las mentiras, cuando te quitas el envoltorio, y desnuda, vuelves a sentirte tú. Al límite, sin sentimientos de por medio, le miras a los ojos, y descubres que eras un puto capricho, pues ahí se queda.
Qué bien te sientes cuando la copa se desborda, cuando tu corazón palpita, cuando las pupilas se dilatan esta noche, sin límite. Y al amor, no le digas que no, que nadie sabe donde se esconde el cabrón. Y bailalo, y sueñalo, y suéltalo...Pero no olvides que en tu vida, la que lleva las riendas eres tú, que la yegua desbocada nunca debe tomar descanso, y el lago es para vagos. Ojea bien antes tu domador, porque no todos merecen tu corazón. Qué bien te sientes cuando el alma se libera del dolor, cuando miras atrás y recuerdas con sonrisa de miel, y con lágrimas de cristal.
Y al amor, no lo niegues, que quien sabe donde se esconde el cabrón.

10 de enero de 2011

Frío enero.

Replicar de campanas, envueltas en lágrimas, besos de polvo, y abrazos que quedan rotos tras cuatro versos mal escrito...Y mi alma cayendo en silencio como una hoja de cerezo, como el caminar sigiloso de un caracol, al igual lento, lento como el tiempo.
Parece que el reloj se quedó dormido, y no quiere dar paso al viento. Y por sí no entiendes lo que mi corazón triste grita, es que me muero de sed, de hambre cruje mi corazón, porque le falta su amor. Y mis lágrimas no tienen ya donde morir, porque mis mejillas arden de ira, la cabeza gira tan deprisa, que no me encuentro ni tirada en la alfombra roja de los recuerdos. Me encantaría no sentirme así, no desvanecerme al recordar, no desfallecer al intentar quererte como lo que no siento, me encantaría volver atrás, aquella tarde frente a la catedral, y no a verte ofrecido mi corazón, ni mi vida, ni mis sueños... ni mi ilusión, porque ahora borracha de dolor, no sé ni gritar al cielo...
Sonrío porque fue bonito hasta que se clavo en mi, hasta que dejaste de darle cuerda a esta historia.
Y se izan las velas, van a zarpar las gaviotas del mar, los lobos aúllan frente al puerto, lloran porque este no es su lugar, más que un bosque de hadas, hadas que ceden sus segundos para salvarme a mí...Y quién no lo entienda, que apriete su alma contra la lumbre, porque mis versos se queman de frío.

9 de enero.

Después de mucho pensar, después de llorarle a la luna y de hacer café a las tres...Después de recoger el pomo roto de su corazón, le gritó, y como el silencio de una hoja al caer, y tranquila como el vuelo de un ave, y el balanceo de un bebe..Después de oír contar hasta cien, y de cerrar los ojos para ver sí así lograba no recordar, pero cuando hablaba de él, le temblaba la voz, las rodillas y hasta el labio, no era capaz de recordar cuál era esa ilusión, cuál era su don.

8 de enero de 2011

Son tuyos.

Te doy mis ojos para que veas el amor reflejado, te doy mis lágrimas para cuando sientas sed de amistad, son tuyas mis manos para cuando quieras acariciar, mi espalda para cuando quieras soledad. Te regalo mi pelo para cuando quieras esconder tus miedos, y mis pies para cuando quieras desaparecer. Te doy mi pecho para cuando quieras dormir, y mi nariz para respirar antes de morir. Son tuyas mis piernas para jugar entre las sábanas, y mi ombligo para soplar.
Te doy mi sonrisa para cuando se te olvide amar la brisa, te doy mi boca para cuando tu corazón grite de hambre, son tuyas mis sonrisas de papel y mis oídos para escuchar que eres lo más bonito.
Te regalo la luna, el sol y un par de estrellas para que pienses en el infinito. Para ti mi corazón que miente cuando dice que no te necesita. Mis brazos para cuando quieras abrazos.
Te doy mis dedos para que recorras cada centímetro de mi, cada segundo de mi que te quiere, cada milímetro que desaparece cuando no estás aquí.
Te doy mis suspiros para que abras mi cielo, y mis palabras para que abraces mi vida.
Te regalo mi último pensamiento al anochecer, y el primero al despertar.
Para ti mis días para inventar una noche, una noche perfecta. Te doy mis versos para que leas cada noche lo mucho que te quiero, para ti una respuesta, una pregunta y un sin fin de páginas que escribir.

Loca por ti.

Creo que vas a conseguir que pierda la cabeza, que vas a lograr lo que no ha logrado miles de maneras de volverme loca, ni el licor ni el humor verde, ni una pesadillas arrastrada ni un mal día. Vas a conseguir que pierda el norte, que quede tocada para siempre.
Y es que nunca me había sentido tan indefensa, nunca había imaginado que querer a una persona duele tanto, y no entendía que el dolor más dulce, es el que mas arrasa. Porque he palpado la felicidad, y me hiciste soñar, y ahora me encuentro vagando en un sin fin de pesadillas.
Y llorado mucha en mi vida, he acariciado a mi corazón cuando estaba a punto de morir, pero nunca lo había abrazo porque sufría, porque sufría por lo que sintió y ahora al igual que un grito de pánico se aleja para siempre. Daría todo por volver a aquel acantilado en la cuidad, a aquella noche de silencio y abrazos rotos en esperanza. Y porque la ilusión me envolvió y ahora me arranca las lágrimas una a una, me siento morir cada segundo me hago a la idea de que no eres para mí.
Y es siempre la misma historia, el mundo se empeña en hacerme creer, porque el amor cada vez se esconde y cuesta tanto saborearlo para que huya despavorido...
Vas a conseguir volverme loca, absolutamente loca por tí.