3 de agosto de 2012

Reflexión sobre el futuro.

Últimamente he tenido la ocasión de hablar frente al espejo, de reflexionar acerca de la vida.
De lo que esperamos de nuestra vida, de lo que nos da miedo, de lo que tenemos y lo que nos falta.

Nos engañamos pidiéndonos a nosotros mismo una fuerza bruta, como si fuéramos invencibles, nos quitamos el derecho de sentirnos derrotados. Con esa manía de quererlo controlar todo.
Y yo me declaro primera culpable, con el tiempo se me olvidó llorar, como si fuera algo malo.
Con el tiempo, aprendí a secar mi dolor desde dentro, a sabiendo que es peor el remedio que la enfermedad. Nos exigimos un estado pleno y satisfactorio hasta en nuestros peores momentos.
Y si algo he aprendido en mi corto camino, es que en la vida hay momentos para sonreír, para llorar, para aprender, para luchar, para conversar, para estar en silencio, y que dependiendo de nuestra persona, se nos da mejor una acción u otra. 

Y es que, el dicho "no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos" no sabemos hasta que punto lleva razón, por ello, yo me he comprometido conmigo misma, a conservar lo que tengo...
El tema es que cuando hablas frente el espejo, o hablas desde tu interior, escuchas a otras personas, realmente valoras lo que tienes tú...
Llegados a este punto de la vida, doy gracias al cielo, por tenemos al compañero de vida que tengo, que sin él, se que no hubiera llegado sana y salva al siguiente nivel de la vida, se que me hubiera perdido...
Ahora, nos toca madurar, crecer, emprender algo juntos y sin miedo. Porque después de reflexionar, si algo he sacado en claro es que además de la soledad, el miedo a crecer me arrebata el alma, sin yo a penas asumirlo. Es así.
Pero se que camino en buenas manos, lo sé.

Eternamente jóvenes.

Somos jóvenes y ya hemos vivido una serie de desdichas y catástrofes que han marcado para siempre nuestra visión de la vida. Tenemos muchos aún por lo que luchar, por lo que sufrir, mucho que oír, ver y callar. 
Somos jóvenes, tenemos esa fuerza bruta en estado puro, no nos importa ponernos frente un pelotón de policías, no nos importa hacer sacrificios. Tenemos ilusión, esperanza. 

Somos jóvenes.