Replicar de campanas, envueltas en lágrimas, besos de polvo, y abrazos que quedan rotos tras cuatro versos mal escrito...Y mi alma cayendo en silencio como una hoja de cerezo, como el caminar sigiloso de un caracol, al igual lento, lento como el tiempo.
Parece que el reloj se quedó dormido, y no quiere dar paso al viento. Y por sí no entiendes lo que mi corazón triste grita, es que me muero de sed, de hambre cruje mi corazón, porque le falta su amor. Y mis lágrimas no tienen ya donde morir, porque mis mejillas arden de ira, la cabeza gira tan deprisa, que no me encuentro ni tirada en la alfombra roja de los recuerdos. Me encantaría no sentirme así, no desvanecerme al recordar, no desfallecer al intentar quererte como lo que no siento, me encantaría volver atrás, aquella tarde frente a la catedral, y no a verte ofrecido mi corazón, ni mi vida, ni mis sueños... ni mi ilusión, porque ahora borracha de dolor, no sé ni gritar al cielo...
Sonrío porque fue bonito hasta que se clavo en mi, hasta que dejaste de darle cuerda a esta historia.
Y se izan las velas, van a zarpar las gaviotas del mar, los lobos aúllan frente al puerto, lloran porque este no es su lugar, más que un bosque de hadas, hadas que ceden sus segundos para salvarme a mí...Y quién no lo entienda, que apriete su alma contra la lumbre, porque mis versos se queman de frío.
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