4 de mayo de 2011

Si él, si él es verdad...

Puedo sentir la cálida brisa, del acantilado que me invita sensual a saltar al vacío, puedo distinguir sus brazos entre las olas, y las mareas, y a lo lejos una barca, que en letra de oro reza, para siempre...Puedo sentir la cálida brisa que mece mis rizos traviesos, que se quieren con él. Se quieren ir a desencorchar botellas de champán, a beber alquitrán y magia de usar y tirar. Puedo sentir el miedo recorrer todo el cuerpo desde el infierno hasta mi cielo...Puedo recordar las noches en vela, y las lágrimas secas de los recuerdos. Y es que el vacío es ya un fiel amigo, y la caída, puede ser demasiado dolorosa, porque las rocas afilan las heridas, y sacan punta a los te quieros intangibles. Quiero creer que está vez, habrá unos brazos esperándome, para no dejarme ahogar.

Quiero creer, pero la experiencia me dice, que aguarde sentada en el precipicio del acantilado. Los años me gritan que mantenga mi cuerpo fuera del agua, y aunque pueda ver aquellos brazos, aquella barca, aquella sonrisa, aquellos besos tan reales como la tinta marchita...Qué será mejor esperar precavidos, en el precipicio, porque si él, si él es de verdad, escalará mar y tierra, me cogerá de la mano, y saltara conmigo al vacío. Porque si él es de verdad, me protegerá en la caída, lamiendo mis heridas, curando mis lágrimas, besando el dolor, y inventando un final feliz para el caos...Si él, si él es de verdad...
No me hará falta saltar al vacío, chocandome otra vez con las rocas, lastimando mi jodido corazón y desquebrajando mi alma suicida. Si él, si él es verdad, me abrazará en la caída, y de bordearemos en un mecer las rocas, entre gemidos, y te quieros, entre suspiros y miradas...
Si él, si él es verdad.

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