11 de mayo de 2011

Es cosa del amor.

Supongo que cuando sientes algo por alguien, lo primero que haces es echar la vista atrás, y no puedes evitar temblar, porque la mayoría de nosotros, a nuestra edad, aparte de baches, de fracasos, no es que tengamos una visión positiva del amor...
Algunos son ilusos y se tiran la vacío con los ojos cerrados, otros se cierran en banda, candan su corazón y tiran la llave al fondo del mar, la mayoría va poco a poco, a demasiado deprisa. Y es nunca sabes cuando dar el siguiente paso, cuando parar, cuando te mienten o cuando te son tan sinceros que da miedo..
Yo me resigno, disimulo, mientras me muero de ganas de tirarme de cabeza, espero junta al puesto del vigilante, y voy contando los segundos, para dar el siguiente paso. Nunca supe muy bien que hacer, cuando alguien te dice, te quiero, y lo que es peor, cuando tu sientes, que quieres, que esa persona provoca algo inestable, bonito pero cauteloso en ti.
Con los años, he caído frente a la evidencia, muchas veces, me he levantado derrotada, he buscado el amor en cubos de basura; y cansada y triste, me limite a meter lagartos en mi cama. Pero ahora, de frente vuelvo a sentir ese cosquilleo, esa sonrisa boba, y otra vez, no se muy bien, hacía donde tirar, que hacer, que decir. Por miedo a equivocarme, por miedo a otra herida.
Supongo que cuando sentimos algo por alguien, con los años aprendemos a que las prisas no son buenas, y que cerrar el corazón tampoco es algo que lleve a la melodía.

Pulso perfecto entre los acordes de mi corazón. Yo disimulo, mientras espero a que me rescate de mi locura, disimulo mientras sueño que me protege de cada miedo, disimulo mientras empiezo a quererlo. Pulso perfecto cuando se acerca, cuando me besa, imposible, el caos se apodera de mi, no soy capaz ni sobria de fingir, que él, que él hace que vuelva a latir a cien mi corazón. Y qué ponga esperanzas donde no quedaba amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario