Ríe, corre, traviesa niña que se escapa.
Atraviesa mi corazón, como alma en vano.
El amor se envuelve libio entre temblores.
Acabas de llorar por lo que sientes,
no sabes decir que no, que miedo te da.
Ríe, traviesa duende del mar.
Se tuerce en una mueca,
se tiñe la noche y el día.
Se aleja el olor de las noche de travesura
dejando limpio el corazón.
No importa lo que hablen los demás,
será la primera vez que cerraré los ojos.
Dejando atrás el que dirán.
Palabras que se esconden en silnecio.
El silencio, de un corazón que se cubre de heridas
que vuelve a latir,
el silencio de unos ojos que sufrieron
de unas lágrimas que se secaron...
Es una niña con orgullo, alma fiel.
Dejo de creer en el amor,
dejo de vestir de rojo por dolor.
La agonía de esta pobre tonta
loca, borracha, enamorada del amor.
Y le mirá, niña traviesa, de noche a día.
Versos que llenan su alma, su días y su noche.
La esperanza se atraganta en el corazón.
El amor se vuelve a sentir,
la ilusión del ver crecer el cielo...
Ríe, corre, niña que se escapa,
niña que sueña, que ríe...
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