25 de agosto de 2011

¡y la de los que te rodean!

Ni siquiera sabremos si tendremos el mismo color en la mirada, ahora somos jovenes y tenemos miles de ilusiones, miles de sueños, y parecemos invencibles ante las adversidades que la vida nos brinda. ¿Pero dentro de unos largos años? ¿Qué será de nosotros? ¿Qué destino nos marcará? Dicen que somos dueños de nuestro futuro y labradores de nuestra vida, pero creo que eso es algo tan falso como que todos los cuentos tiene un príncipe, un dragón y un final feliz. Tan falso como que el chocolate no engorda. Ni siquiera sabemos si estaremos en el mismo lugar al que pertenecemos, ¡incertidumbre! ¡dudas! ¡es el caos! ¿Qué será de aquello que amamos? Y nada, nada depende de nuestro presente. Puedes ser un alumno de diez, y alcanzar la meta más alta, y caminar con la desgracia de la mano. Puedes enamorarte a los 17, y que la vida te arrebate de un golpe de tren lo que más quieres. Puedes ser alma solitaria toda tu vida, despreciar el amor, y acabar en la miseria colgante. Puedes ser un Don Nadie toda tu vida, y ser un Don Todo en la vida de otra persona. Ahora puedes tener nada, todo, y al pasar años luz, dejarlo todo, y conseguir todo. Ni siquiera sabremos si seremos felices. Nos empeñamos en sudar la gota gorda, privarnos de pequeños momentos de felicidad, para que dentro de uno años se nos haya olvidado ser felices. Ahora somos jóvenes, y parecemos invencibles a las ráfagas y a los tornados de Dios.
Pero puedes estar tranquilo, hay algo más importante que un futuro deslumbrante. Hay algo más allá que un seguro de vida, que un pasaporte a la felicidad. Hay algo más importante.
Puedes mirar hacía los lados, puedes mirar debajo de ti, arriba, al cielo. Pero no lo sabrás hasta que no hayas puesto tu alma patas arriba, hasta que no hayas descolado tu corazón. Y es que hay personas que vivos al ras del suelos, y sobrevolamos el cielo. Hay algo más importante que llegar a ser lo que quieren que seas, algo mucho más importante que... Ha ras de suelo se puede ver la realidad con la palma de tu mano, y sobre el cielo podrás soñar con no dejar de ser pequeño. Hay algo más importante, y se llama felicidad. No dejes en blanco los ojos, mientras tu alma se deshace, o tu corazón muere de hambre. Hay algo más importante que un futuro, y es la satisfacción de a ver muerto en vida, de dejarse hasta el último aliento por alcanzar la felicidad, y no buscando en los siete mares, tan solo en ti mismo. En el calor de la mano de tu acompañante, en la sonrisa de tu amante, en el abrazo de tu amigo, de tu madre. En las llamas de la lumbre. Y es hay algo mucho importante. ¿Dentro de unos años? Sí, querrás mirar hacía atrás y ver que tu lucha no ha sido en vano, que has saltado, reído, que has disfrutado, que has madurado, aprendido, y al parecer, has sido feliz. Sí, querrás saber que hasta aprovechado mal o bien cada segundo de tu vida, y entonces cuando estés en ese futuro, que deberías de a ver labrado a conciencia, te darás cuenta de que seas lo que seas, has sido feliz, que has echo de ti una persona, que aprecia los pequeños segundos para sonreír...Y entonces, sabrás que tu paso por la vida, no fue en vano. Porque sabes, que hay algo más importante, y es tu felicidad, ¡y la de los que te rodean!

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