1 de diciembre de 2010
Un caso de Mil.
Las lágrimas se deshacen por su mejilla, se siente morir, la niña más rota e indefensa del barrio, y de repente hay una mujer, hay una violación, hay un cielo que desquebraja. La inocencia queda teñida por la fuerza de la pasión, mentiras y pecados. Era tan dulce que bailaba sobre los bancos, y con su faldita nueva sonreía, se dejo enamorar por el más mayor. Y así sufrió. Se creía la reina del baile, se fue perdiendo hasta perder hasta la felicidad. Se decía que era la niña más bonita de la cuidad hasta que le conoció, se decía que cantaba cada mañana, que era la treceañera más deseada. Y el tiempo pasó, odia a ese cabrón, pero era amor, era tan inocente...Y cuatro lágrimas visten su carita, y se escucha el latido de su corazón. Abrió la puerta de su alma y se llevaron su infancia. Abrió sus piernas y se llevaron su vida. Se decía que era la niña más bonita del barrio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario