28 de diciembre de 2010

Amor.

Me encantaría poder despejar mi mente de las mil y una paranoias que me arrancan las ganas de vivir, me encantaría pedir un deseo, y que por una vez en la vida se cumpliese, me encantaría que las cosas siempre fuese como al principio, que todo parece del color rosa, y por muy cursi que os parezca, es cuando más feliz eres.

La vida me ha dado mucho palos, cada día, a todas horas y siempre he sabido levantarme.
Algunas personas a base de errores, aprenden, a base de golpes los corazones se enfrían y se vuelven de cemento. Y qué, a veces pienso que quizás sea lo mejor...
Llega un punto de tú vida en el que no quieres seguir luchando, en el que pierdes la esperanza de toda ilusión azul, de todo cuento de hadas acaba por parecerte absurdo, y quieres tirar la toalla.

Sin embargo, para mí eso, llega a ser imposible. Sí, soy de las personas que aún creen en el amor.
Sé que, por mucho que se esconda, ha de salir, tarde o temprano.

Me encantaría vivir la vida a fuego lento, y disfrutar de cada momento, que las caricias y los te quieros fueran constantes y que no se olvidasen las promesas por un par de días de viaje.
Me encantaría soñar despierta, en el fondo de un deseo, soplar una llama, y pedir, pedir Amor.

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