A veces me da miedo pensar, porque cuando pienso, me desespero, y si me desespero me eternizo, rondando versos de miel entre mis manos. No puedo evitar ser así, no puedo con esta trampa que me deja noches en vela, que me deja sin fuego para seguir, no puedo abrir los ojos bajo el mar, sin fin de recuerdos. Era un hada que cantada, que le llamaba cabrón, mientras vestía de oro su corazón. Maldito que el que dijo que cuando duele, todo irá bien, porque quieres. Maldito el que dijo que del amor al odio hay un solo paso, y maldita yo que escribí que el amor es el sentimiento más bonito que alguien puede sentir, porque cuando lo sientes de verdad, se te olvida el dolor, las punzadas en el pecho y las lágrimas dulces, el amor es contradictorio y caprichoso, es egoísta y vanidoso, es humilde y generoso...El amor es un viajero que lleva sombrero de copa para que la lluvia no empape sus ideas, porque a veces me da miedo pensar, me desespero y me eternizo en gotas de felicidad, me inundo en cristal, y deslizo mi alma hasta lo más hondo de este infierno, maldigo el día en que deje mi corazón olvidado en una caja de cristal, frente a tu puerta, el día en el que decidí esperar, el día en que me detuve frente al mar, en el acantilado y decidí no tirar mi vida al mar, maldigo cada segundo de pesadumbre, de dolor inmenso, de dudas desgarradoras, de paranoia pura y dura...Eran duendes los que cubrían mis sueños de algodón, y me decían que yo soy especial, que me queda mucha vida por recorrer, que tengo que escribir mucho dolor aún, y me cubrían a besos de miel, y me contaban que no puedo ser feliz, porque aún me queda mucho que escribir, y me repetían, que soy especial.
Y en mis sueños más tristes, aparecía él, como una luz en mayo, en apenas un mes, había conseguido sanar heridas de medio año, y en a penas un segundo le quise, le quise para mí, pero ahora la sombra me traga en pedacitos de anís, y mi arte me devuelve en versos de ayer.
El amor es dulce, es caótico, es bonito, cuando caminas de la mano, del hombre que te ama, y te sientes así, así de amada, pero cuando estás tirada en una esquina, el amor, es como un dardo que se cuela en tu corazón, haciendo trillas tus recuerdos, rompiendo esquemas, y hace qué, eches a llorar, en tres nubes de algodón...
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