6 de noviembre de 2010
Pequeñas trizas.
Y allí está sentadita, ya cansada de amar, y de pensar, y el amor se queda ya bizco de tanto que la hizo daño. Y promete no volver a besar ni morder ninguna ilusión. Se viste de nube rota, para que las lágrimas no parezcan tan tristes. Y allí está calladita, se quedó sin sonrisa, sin perdón. Porque el amor la volvió loca, la volvió muda, de dos o tres años, haciendo pequeñas trizas a su corazón, ni el tiempo logro curar tanto dolor, ni los golpes sanaron, ni las mentiras se olvidaron. Y allí se quedó, perdida en el recuerdo, como una dama rota en el regato del amor, como un ave cansada de volar, ella promete, pide no volver a amar ni escuchar falsos te quieros, que le marquen para siempre. No quiere despertar, ni tocar el cielo, ni siquiera quiere intentar volver a sonreír. No quiere hablar, ni llorar, ni sentir...Y allí está esperando que el tiempo, cure algo de lo que el amor arrasó.
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