30 de noviembre de 2010

Miedos.

Si de algo no puedo presumir es de ser valiente...Doy la luz cuando voy por el pasillo, y siempre miro debajo de mi cama, por si algún monstruo se quedó ahí a dormir. Me asusta la soledad, el frío de una cama vacía, o una noche de invierno. Me dan miedo los guisantes y las despedidas.
Lloro con facilidad, y con el corazón, me tomo las cosas como algo personal, por eso también me da miedo confiar en el mundo, porque soy tan inocente como la luz de la luna, que se cree que ilumina.
Me dan miedo las noches de estudio porque el hombre del saco, se esconde en el fondo de mi corazón. Me dan miedo las matemáticas porque me mordieron un pie, y la filosofía porque me da vueltas la cabeza sin inundarme en alcohol. Me da pánico sentir te quieros en mi alma, porque suelen volverse en contra mi, y hacer daño, algunos llegan a hacer hasta heridas, que no curan.
Me da miedo crecer, ser mayor, decidir. Porque estoy mejor enredada entre sábanas.
Me dan miedo las pesadillas, las largas tardes de recuerdos, y los cafés sin chocolate. Las caras tristes, y las sonrisas marchitas, me da miedo volverme loca de verdad.
Lloro cuando tengo miedo, y es que por muchas veces que me haya dejado caer el corazón, en pozos y largos hoyos, sigue intacto como el primer día que latió. Tengo miedo de dejar de llorar.

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