6 de octubre de 2010

Era un viernes por la noche...

Se ha quedado sentada en el sillón marrón de la esquina, aquel que no le gustaba, pero que recoge cada pedacito de su corazón...Se ahoga en el cuero que huele a viejo, se ahoga con el tequila que sobro de aquel último fiestón. Se ha quedado sin palabras, ni las lágrimas quieren bailar esta noche con ella, se ha quedado sola con su tristeza. Las horas pasan de golpe tan lentas que parece que el reloj va a morir, las horas tocan cada herida, haciendo insoportable el respirar rítmico y silencioso de su alma...Era un viernes por la noche cuando caía la última gota de abril, destrozando cada ilusión, cada sueño. Hacía frío, y los cristales amenazan con huir...Se ha quedado sola sentada en aquel sillón marón, del fondo de la habitación...No siente ni frío ni tristeza, no escucha el latir de su corazón, y se olvido de poner atención a las hormigas que comen de su dolor...Era un viernes por la noche, no había nada en la televisión, nada en la nevera...nada en su corazón.

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