Nunca me he sentido tan sola, como si una sombra me arrastrará por las esquinas de mi cuarto, y me empujara a llorar, como si ahorcara mi felicidad. Me siento como un mano me agarrase la boca, impidiendo que así respirase. Me siento como un ángel sin alas. Y es que cuando tú no estás, yo muero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario